martes, 26 de mayo de 2015

Cosas bonitas.



Como en un sueño. Como en un sueño te deslizas. Tu suave piel. Tus mejillas. Tu sonrisa, congelada como si de una fotografía se tratase, pegada a tu boca. Estás desnudo. Sobre tus caderas descansan las sábanas. Y todo parece delicado. El tiempo parece no haber venido. No es de noche. Tampoco es de día. Eres tú y soy yo, en una habitación cuyas dimensiones no importan. Y ríes. Sólo ríes. El sonido genera eco y vuelve. Vuelve. Vuelve, me toca, me emociona. Y entonces también río. Como si fuésemos parte de algún anuncio. Todo parece demasiado bonito para ser real. Pero es real. ¿Es real? A quién le importa. Las emociones lo son. Tus manos entrelazadas a las mías, como un secreto callado. Como un beso demasiado profundo. Recostados los dos, uno al lado del otro. Juntos. Mirando un techo que esta vez no se derrumba. No necesitamos más. Lo encontramos. Fuimos felices y no importa cuándo. Volveré alli cuando te eche de menos.