viernes, 13 de mayo de 2016

He vuelto a recordarte.


He vuelto a leer nuestras conversaciones. Se que no debería. Aún ni se por qué lo he hecho; tal vez quería estar triste y tú siempre eras la excusa perfecta para ello. Es increíble como cambian las cosas. Estábamos tan bien, se podía leer tanto amor entre nosotros. La forma en la que te preocupabas por mi, tus 'te echo de menos' cuando hacía 5 minutos que acababas de dejarme en mi casa. No se cuando se rompió todo; de repente desperté un día sin ti, sin esos abrazos de 'no te preocupes que todo saldrá bien'. Sin la fuerza que me dabas para poder enfrentarme al mundo. No entiendo que pasó; si fue el paso del tiempo, la rutina, o simplemente, que las cosas terminan. Lo teníamos todo, y ahora a mi, ni si quiera me quedan las palabras para decirte, que si un día vuelves, te estaré esperando. Se que conocerás a alguien, pero hay personas que son debilidad, y tú eres la mía. Estoy segura que volvería a dejarlo todo, si nuestros caminos se vuelven a cruzar. Los dos sabemos, que aún te quiero. Que encontraré al hombre perfecto. Pero echo tanto de menos tus imperfecciones, tus tonterías, tu forma de hacerme sonreír cuando estaba cabizbaja. Los domingos de resaca. Tu forma de hacerlo todo mal, solo para picarme y acabar comiéndonos a besos. Tu maldita sonrisa capaz de arreglar cualquier destrozo que causaban tus palabras. Y tu mirada; como eras capaz de hablar sin ni siquiera abrir la boca. La forma que tenías de evitar te quieros en silencio y saber que la felicidad estaba bajo tus sábanas. Y esa forma que teníamos de conectar. Tener ganas de olvidarte, pero siempre terminar recordándote. Y me da miedo estar buscando tu mirada entre la gente porque se que no la encontraré. Imaginándome tu voz acariciando mi cuello a susurros, diciendo que nos dejemos de tonterías, Que ya esta bien esta distancia que cada día creamos entre nosotros dos. Pero no, se que no será así, porque ninguno queremos que así sea. Y me encantaría tener el valor para gritarte que todavía te escribo, y te siento. Que cada palabra es una bala que deseo que te roce el corazón para que te des cuenta que aún pienso en ti. Que aunque lo niegue, aún guardo la esperanza de encontrarme con tu sonrisa y sientas que el paso del tiempo no nos ha afectado ni lo más mínimo. Que te des cuenta que por mucho que diga que te he olvidado, mi corazón dice lo contrario. No sabes la de veces que me he culpado de aquel día, que cuando me decías con la mirada 'ven' tuve que haber salido corriendo a tus brazos. Tal vez quise que el orgullo ganase la partida, que creería que sería capaz de olvidarte pero no; perdí mucho más aquel día que cualquier otro, y ya no servirá de nada. Y soy yo la que no tiene valor para decirte que desde que te perdí, solo soy capaz de encontrarme en los recuerdos, en el amor que iba a durar para siempre. No se si te aún te acuerdas de mí, si cuando escuchas nuestras canciones, aún dibujas una sonrisa. Si recuerdas aquella tarde cuando te dije que nunca dejaría de quererte; no se si buscas entre tus cosas los recuerdos de un amor que terminó justo cuando era el momento para quedarse toda la vida. Y tal vez fue mi error, al miedo de ver que mis sentimientos se me iban cada vez de las manos, que no controlaba ya mi corazón, sino tú. Tal vez tenía miedo de pensar que un día podría perderte, y por eso te perdí. Y nos perdimos. Tal vez no supimos que en realidad, lo que empezó como una locura, acabó siendo una realidad donde dos personas no querían enamorarse, pero al final el amor pasó por encima de ellos. No lose, solo espero que algún día cuando tenga el valor suficiente, y nos encontremos, pueda decirte que no he conseguido olvidarte, Nunca. Y que hay amores que siempre están presentes, por más que pases unos meses, unos años o una vida.
Y quizás debía de escribir para recordarme que no fui lo suficiente para ti, pero que a pesar de todo, he sobrevivido a aquello.